Durante la pandemia del Covid-19, a pesar de no haber sufrido la escasez de alimentos, si que hemos sido testigos de la impresionante recesión económica y esto sumado a los niveles de estrés a los que nos exponemos, ha afectado de forma directa nuestra dieta, pues hay estudios que afirman que estas han disminuido nutritivamente hablando. Preocupados ante la situación la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) decidió convocar una reunión telemática para intentar buscar una forma de lograr la transformación de los sistemas agroalimentarios y lograr en ellos la sostenibilidad y a medida de lo posible la digitalización.
En España viene de largo la tradición de no echar nada a perder del cerdo. Pues parece ser que ya tenemos algo más en común con Méjico, porque la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla ha desarrollado un proceso en el que transforma los residuos de la indústria cárnica en energía eléctrica y compost, con una eficiencia del 100%. ¡Sí! 100%. Al final va a ser verdad que «del cerdo hasta los andares».
El hongo chaga está de moda gracias a sus diversos beneficios para la salud. Además, ha sido incluido en el estudio que ha elaborado la CNTA sobre semillas, frutas, raíces y hongos emergentes que más triunfan en la alimentación saludable.
Este hongo es un hongo parásito que crece en regiones frías como Canadá y que tiene una tradición como remedio médico casero en países como Rusia o China. En Estados Unidos, se empezó a usar en los años 90, y hoy causa furor.
Ahora ha llegado a Europa, donde se realizan artículos que hablan de sus beneficios para la salud. Entre otras, se habla de propiedades antioxidantes, para reducir el colesterol, para prevenir o tratar el cáncer (colorrectal, de mama, de útero, etc.), la pancreatis, para bajar la presión arterial, fortalecer el sistema inmunológico o para reducir los niveles de azúcar en sangre.
Además, el hongo Chaga es muy rico en nutrientes. Contiene vitamina B, vitamina D, potasio, aminoácidos, fibra, cobre, calcio…
Pero, ¿cómo se consume?. La forma más tradicional de consumir este hongo es en pequeños trozos que se preparan como infusión mezclándolos con agua. El resultado es una bebida parecida al café.
Sin embargo, hay ocasiones donde se debe evitar su consumo como cuando nos estamos medicando para enfermedades autoinmunes, tomando anticoagulantes, insulina… Tampoco hay que tomarlo si nos detectan cándidas en el organismo, si tenemos problemas de sequedad o picor en las mucosas, gases o colon irritable.