Hoy en día las tecnologías alimentarias para la conservación de alimentos esta muy en auge. Debido a la necesidad de mantener un alimento en perfectas condiciones durante mucho tiempo, y que este no desarrolle procesos que provoquen una indigestión del alimento.
En consecuencia el sector alimentario ha sacado una tecnología basada en el plasma frío, que permite la eliminación de patógenos (bacterias, virus, y esporas) y de las superficies en contacto con los alimentos de manera que se asegura una mejor conservación.
Esta técnica se basa en la dispersión en el aire de radicales hidroxilo (-OH), formados a partir de la humedad del ambiente. Estos de adhieren a la pared celular de los patógenos y les extraen los átomos de hidrógeno provocando su muerte y formando agua.
El proceso dura alrededor de 90 minutos con una efectividad del 99% en bacterias y de un 88,6% en virus. Estudios realizados en laboratorios afirman que esta tecnología es capaz de eliminar Escherichia Coli, Staphylococcus Aureus, Campylobacter, ect…
El plasma fío resulta interesante ya que no emplea sustancias tóxicas y no requiere del uso de radiación energética. Además de no tener ningún impacto sobre la composición nutricional de los alimentos.
Últimamente, he podido ver gran cantidad de estos productos que dicen ser para deportistas (no me refiero a los suplementos, si no alimentos en sí) y esto no deja de desconcertarme. Me explicaré mejor.
Se está asociando los productos bajos en calorías o sin azucares con los deportistas de una forma que me parece, cuanto menos errónea. Pues por ejemplo, un producto con apenas calorías/ azúcares/ grasas, podría ser perfecto para alguien que este haciendo un déficit calórico ya sea por salud o por buscar definición.
Por el contrario, para atletas que realizan deportes muy intensos, las calorías y azúcares (si pueden ser sencillos mejor) son totalmente necesarios para tener la energía extra que necesitan.
Si aún así no me estoy expresando con claridad, dejadme que le de un par de vueltas más a esto.
Seguro que en el gimnasio o alrededores habréis escuchado a alguien decir que «está en volumen». Esto quiere decir simplificado y en pocas palabras, que se está hinchando a comer productos con proteínas y grasas para aumentar su tamaño y masa muscular. Y no por ello es menos «deportista» y aquí puedo decir con mucha seguridad que un producto con bajas calorías no es lo que busca.
Para terminar, voy a extrapolar lo a mi caso y a los deportes de fuerza en los que se entrena por objetivos. Resumiendo lo mucho, necesitas dos cosas, algo calórico que pueda dar un gran aporte de energía para rendir durante el entrenamiento, y algo proteico para que el entrenamiento sea efectivo y los músculos puedan recuperar se (es más complicado que eso el tema de la recuperación muscular, pero dejemos lo así).
Con todo esto dicho, creo que mi postura es bastante clara. No a todos los deportistas les sirven los «productos para deportistas» y es trabajo de la tecnología de alimentos encontrar y diseñar productos para explotar el nicho de mercado que son los deportistas en su conjunto.
No hay una bibliografía clara, son cosas que se van leyendo a lo largo de los años cuando estas en el mundo del deporte, pero si interesa y quieres más información «entrenamiento/ planificación en deportes de fuerza» «super compensación» «déficit calórico» o «volumen» son términos que pueden ayudarte a encontrar información al respecto.
Una de las 70 maravillas culinarias que el chef francés Éric Frechon selecciona en su libro «todo lo que usted debe haber probado al menos una vez en su vida», es el foie gras. Por cierto, entre otras maravillas, el jamón ibérico de bellota. dos recetas para ilustrar su foie gras, de las que eligió la más simple, el foie gras de oca en lienzo de cocina.
Además, los dos lóbulos de un hígado de oca, dos litros de caldo de oca, (hecho con las carcasas), sal fina, pimienta recién molida y flor de sal de Guérande, que se puede sustituir por la sal ahumada.
La elaboración es sencilla: separar los dos lóbulos y salpimentarlos, extender el lienzo de cocina sobre la mesa, juntar los dos lóbulos de foie y cerrar el paño recogiendo la forma del foie y anudándolo en los extremos. Cocinar así el foie gras en el caldo caliente a unos 60ºC durante 45 minutos, sacar el caldo y dejarlo enfriar en la nevera 12 horas antes de servirlo. y por ultimo cortar en lonchas gruesas y añadir un poco de flor de sal o sal de humo y así darle apasionadamente con el mejor pan que podemos encontrar y una botella de blanco semidulce Val de reyes de bodegas Fariña